jueves, 15 de febrero de 2007

Consecuencias de ayudar a un amigo

Sábado en la noche, Nano salió preocupado de su casa, uno de sus mejores amigos, Juan quien precisamente era quien lo apodaba así, lo acababa de llamar y le dijo: Hermano, estoy despechado, me dejaron ayer, la vida es tan… En fin, sólo le digo que ella me cambió por un tal Andrés, ahora con el único que puedo contar es con usted, si en verdad es mi amigo rescáteme porque esa mujer me tiene medio alcohólico; entonces Santiago comprendió que era momento de dejar a un lado sus planes e ir en busca de quien le tendía la mano siempre, el mismo que lo cuidaba como si fuese su hermano.

Santiago llegó al apartamento de Juan, pensó que depronto ya era demasiado tarde y su amigo había tomado una decisión fatal para su vida, sin embargo se escuchaba una ranchera de fondo que decía: “¿Por qué voy a llorar por tu abandono?, si ni parientes somos, lo mismo a mi me da”, así que se decidió a timbrar, después de varios intentos al ver que nadie abría la puerta, con lágrimas en los ojos comenzó a gritar “parce no se enloquezca, mire que mujeres hay muchas y desde que le presente a Andrea usted conocía su pasado y sabía que era: Mentirosa, gasolinera, traicionera, borracha…”

Nano se mantuvo gritando durante una hora, finalmente se rindió, golpeó la puerta con su pie y miró hacia abajo, ahí se dio cuenta que su casi hermano le había dejado una nota en el piso que decía:
Estimado Santiago: Yo sabía que no me iba a fallar, pero antes de que llegara, me desesperé por tanta rabia, entonces decidí irme para el bar. El de siempre, del que han salido tantos recuerdos y problemas, usted mejor que nadie sabe llegar, de manera pues, que allá nos encontramos.

Santiago encendió su auto, ahora su preocupación se convertía en demencia, necesitaba ir lo antes posible, meditando llamó a su novia, por primera vez le dijo la verdad acerca de donde iba a estar, pero recordó lo que Juan siempre decía: “Todas las mujeres cuando el hombre es sincero intentan controlarlo al máximo”. Y en efecto como consecuencia de eso ella le contestó:
“Mi amor tú eres el mejor hombre, el más tierno, estoy a punto de casarme contigo… pero si te vas para ese antro de mala muerte esta noche, te juro que te mato”.
Nano simplemente respondió: Bibiana necesitas madurar, yo voy por ayudar a un amigo, además sabes que en esos bares no se consiguen mujeres de buena reputación y yo no soy de ese tipo de hombres que le gustan las cosas fáciles, en este país para conseguir niñas de una sola noche se necesita: Carro último modelo, más de un millón de pesos y tarjetas de crédito, y yo no poseo ninguno de esos privilegios. Después de que el terminó de hablar, su futura esposa colgó el teléfono.

Ahora Santiago estaba saturado de problemas, no podía creer lo que estaba viviendo en sólo un fin de semana, sus ojos estaban rojos y la adrenalina le subía, arrancó su Chevrolet modelo 88 y manejó a altas velocidades, desafortunadamente un camión conducido por una persona alcoholizada lo embistió causándole la muerte de manera inmediata, no pudo encontrarse con Juan, quien pasó la noche solo y al recibir la noticia, se sintió culpable y con un revolver puso fin a su vida; a Nano tampoco el destino le permitió arreglar las cosas con Bibiana quien al enterarse decidió irse de misionera al África y nadie, nunca más volvió a tener noticias de ella.

1 comentario:

La Mera Mera dijo...

Que pesarcito, pero así son las cosas, la vida es una caída eterna más que un laberinto.